jueves, 14 de mayo de 2009

Esperaré a que el tiempo pase





Ya se paró el reloj que marcaba nuestro tiempo,
ya se perdió tu aroma dentro de mi,
se marchitó el eco de tu nombre,
ya mi voz dejó de llamarte,

Y se secaron las lágrimas de mis párpados,
y no recuerdo a nadie acariciándome,
ya tu imagen se borró de mi recuerdo,
y mis palabras se ahogaron sin consuelo.

Se borraron las huellas de tus dedos,
y tus ojos se mezclaron entre todos,
y mis ojos se abrieron de nuevo,
y mi tiempo empezó a marcar de nuevo las horas.

Duro fue el golpe del destino,
que me arrastró hacia el abismo,
abismo aquel en el que quemaba el roce de tu piel,
ya he dejado de sentir calor.

Ya detuve el reloj que marcaba nuestros cuerpos
ya esparcí tu aroma fuera de mi,
ya no recuerdo tu nombre,
y mi voz ha vuelto a escucharse.

Ya no existen señales en mi cuerpo,
y no veo tus ojos en mis recuerdos,
y los mios estan vivos y secos,
y las horas han nacido de nuevo.

Hoy no estoy enredada en tu piel,
porque salí de tu abismo,
he dejado funcionar mi reloj,
y esperaré a que el tiempo pase.

Meiko 2004

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