Coloreando tu vida

Pintaré tu vida de un azul brillante,

de un verde esmeralda y de rojo intenso

para hacer el camino menos gris,

y poder ver tus ojos brillar en la oscuridad.

Colorearé tu vida con sueños violetas

cargados de pedazos de realidad,

alumbraré las tinieblas de tu alma

con juegos de luces para ver una sonrisa.

Pintaré tus sueños de amarillo fugaz

para que se conviertan en realidades próximas,

y mezclaré con purpulina la puerta de tus miedos

para que puedas encontrarlos.

Colorearé tu mundo de naranja chispeante

para que esas chispas reanimen tu corazón

e irán llegando a tu alma para inundarla de luz,

y todo se irá coloreando de ti.

Y se acabarán los tonos oscuros,

se destruirán los grises,

los lamentos, los sufrimientos,

lo inalcanzable, los imposibles.

Y pintando tu alma con pedazos de ti,

coloreando tu vida con instantes de placer,

pintando tus sueños con ilusiones

coloreando tu mente con realidades,

iré coloreando tu mundo con mi amistad.

MEIKO 2005

La llave de tu corazón

He cruzado las puertas del infierno

me ha costado mucho conseguir la llave
pero fue hallada oculta en mi caminoperdida en un lugar recóndito la he atrapado,
y voy cruzando las puertas de tus ojoslas llamas apagaban tu mirada
quemaban el transcurso de los tiempos
dilataban tus pupilas y tristemente moría la indiferencia.

He cruzado las puertas del infierno,
una puerta atrapada en el vacío,
una puerta cargada de riquezas,
cubiertas por el manto del olvido
y llena de fantasmas en una triste tormenta.

Él moría triste y ahogado,
el calor de mis ojos fue liberando
aquel cariño inmenso allí atrapado,
aquel niño indefenso quedó encerrado
y un hombre poderoso tomó las llaves,
disfrazó a ese niño que sepultaba
cerrando aquella puerta
en la que la indiferencia brillaba.

Hoy un sabio tomó las llaves en el camino
y el hombre poderoso se hizo chiquito
hasta convertirse otra vez en dulce niño,
hoy tus ojos grises se tornan a verdes
y tus ojos verden dan fuego y miedo
al desnudarse frente a los míos.

He cruzado las puertas del infierno,
las puertas de tus ojos,
al prestarme la gran llave
que encierra bajo un vacíouna llama inmensa que atraviesa
un calmado río,
mañana un sabio tomará tu llave
la perderás para siempre
y tus ojos verdes serán la transparencia
de toda tu alma blanca,
¡no se si seré yo ese sabio!
sólo se que un día conmigo fuieste ese dulce niño
y que las máscaras con el tiempo
terminan muriendo.

1997 Meiko

La montaña del amor

He subido a la gran montaña,
un valle lejano y olvidado,
esa puerta cerrada allá en mi mente,
la puerta que traspasa mi insconciente,
la recorrí contigo esta semana,
he volado contigo entre tus alas,
y he lanzado mis sueños hacía el vacío.
He subido a la gran montaña,
sellada fríamente hace ya tiempo,
en la que yo pensaba y disfrutaba
de aquellas esperanzas que dormían,
en esas dulces flores que se hallaban,
y sólo ya sus pétalos secos,
la adornan hoy sin vida.
He subido a la gran montaña,
amores perdonados y olvidados,
los sueños, esperanzas y fracasos,
fueron quedando atrás sin dejar rastro,
y cerrando su puerta miestras tanto,
proseguí mi camino y dejé a un lado,
la gran montaña triste allí encerrada.
He subido a la gran montaña,
he regado las flores de mi esistencia,
ya enterré los amores y las tristezas,
y guardé sus cenizas en el vacío,
he sentido tu cuerpo tan junto al mío,
que he plantado su fruto para que crezca,
y prometí regarlo todos los días,
aunque también depende de las tormentas,
del clima de la tierra, de la naturaleza,
y tanto de la vida.
He subido a la gran montaña,
allí permanecí mirando, recordándo,
no espero que del fruto nazcan mil flores,
ni llegar a adornar mi jardin con ellas,
no espero que sus frutos sean ya maduros,
sólo quiero regarlo, mantenerlo,
embellecerlos con mis cuidados.
Quiero que siga teniendo vida...
aunque sus flores quizás no crezcan,
sólo quiero que crezca lentamente,
y que a la vez le ayude la naturaleza,
y pensar que algún día podría dar flores,
o pensar que algún día quizás no diera,
y aún sin nacer ninguna de sus flores,
que su vida allí todavía siguiera,
que el amor sólo nace de la vida,
y la vida sin amistad está muerta.
1997 Meiko

Un día y otro

Esta mañana la vida ha pasado deprisa ante mis ojos deteniéndose una vez más frente a frente mirándome, y me ha observado cansante y serena unos momentos y en un silencioso abrir y cerrar de párpados se ha burlado de mi, todo ha sido simple y profundo a la vez, me ha hecho sentirme impotente y ha seguido su camino una vez más...

Mientras yo estoy aquí parada en una estación sin saber que rumbo elegir, sin saber que rumbo tomar, me ahogo en un pozo de esperanzas e ilusiones que no se escapan de mi cabeza por miedo a morir aunque ni siquiera han llegado a nacer, sólo se disuelven en la paredes ocultas de mi subsconciente un día y otro, en las paredes de mi mente o de ese rincón más profundo de mi alma que nadie ha llegado a conocer ya que un velo blanco lo cubre y lo envuelve mimándolo un día y otro un poco más, hay días en que se percibe su transparencia aunque en breves instantes su tela se vuelve tan espesa como la telaraña que se va tejiendo sin pausa hasta quedar nueblado el hueco de la pared, ahora nadie puede hacerle daño.

Ese poder en mi dormido nace y muere sin razón, aunque nunca llega realmente a morir ya que no llega realmente a envejecer sólo permanece en el mismo estado de latencia inútil un día y otro, una noche y otra, un segundo y otro...

Esta mañana he mirado mi velo, permanece gris y pálido, esconde su luz potente que se apaga hasta quedar la añoranza de lo que nunca he sido, de lo que llevo escondido y ansiadamente guardado dentro de mi, he visto pasar el tiempo una vez más en mis ojos, he visto sueños en las profundidades de mi alma, he visto el deseo de transformar lo intransformable, el deseo de llenar de luz esa oscuridad, de sacar de la oscuridad esa potente luz que llevo dentro, de pasar de la parada estancada en que me encuentro un día y otro, de tomar un camino fijo que traspase el idealismo de mi mente, un rumbo fijo que me desencadene de la cadena de los sueños a la que me hallo atada un día y otro.

Hoy he visto que mis ilusiones se duermen poco a poco llegando a un sueño profundo que al fin y al cabo nunca llega a nada, y allí en una parada seca y vacía mis esperanzas vienen y van en otra dimensión tal vez muy lejos de aquí, aquellas esperanzas que no viven en nuestra dimensión por miedo a la terrible muerte del FRACASO, un día y otro.
1996 Meiko

Nuestro secreto

Hoy ha salido el sol, el cielo era claro y azul, mi mente viajaba hacia algo, algo incógnito, algo existente, evidente, algo que traspasa el más allá fugazmente como una fuerza que se dispara al vacío hacia un lugar infinito o finito.
¿Quién lo sabe? Una luz se invoca dentro de mi ser, una luz potente, un recuerdo quizás de algo lejano, de algo inerte que ha vuelto a renacer.

Hoy he mirado en mis ojos y he sentido como si me cogieran del brazo y me llevaran a un lugar dentro de mi, pero no de aquí, en otra existencia, en otro tiempo, en otro universo.

Hoy hay algo en mi ser que ha sido fuego, se ha ido apagando poco a poco disolviéndose hasta quedar sólo humo y el instante en que ocurrió todo, en que pasó todo, alguien se introdujo en mi, y yo me introduje en él, y eran sólo multitud de sensaciones visibles e inscoscientes al penetrar tus ojos en los míos y los míos en los tuyos, dando lugar a una sóla persona, a un viaje más.
En ese momento no se oía nada, sólo se divisaba una chispa transparente que envolvía nuestra alma cálida, tus ojos verdes llenaron mi espíritu vacío al juntarse una vez más con los míos y ya sólo eran segundos, sin embargo ese viaje era eterno dentro de mi ser. ¿Hacia donde me llevas?.

Hubo un día en él que creí haberte conocido antes, pero hoy afirmo, que te he conocido antes y te conoceré siempre.

1996 Meiko

Nunca ha existido nada

Entre nosotros no existen,
no existen las palabras,
entre nosotros no existen,
no existen las caricias,
entre nosotros no existen,
ni tan sólo los saludos,
sólo nos bastamos con
mirarnos breves instantes,
y permanecer en el momento.
Entre nosotros no existen,
no existen los abrazos,
entre nosotros no existen,
no existen los besos,
entre nosotros no existen,
ni tan sólo las sonrisas,
sólo me basta con el calor que
desprendes en mi cuerpo.

Esta mañana te has parado
una vez más por mi vida,
tu mirada me ha hecho sentir,
una vez más que era mia,
todo era sueño, y silencio,
todo era triste y deprisa,
todo fue calor intenso,
un segundo de mi vida.
Esta mañana he soñado,
he soñado con tenerte,
he soñado que por fin
recorra una vez tu mente,
aunque eso nunca sea así,
aunque sea una esperanza más,
te iras de aquí y seguirás,
y seguirás tu camino,
y pasarás de mi vida,
y te olvidarás de mi.

Esta mañana me consuelo,
sólo con una mirada,
una mirada fugaz,
una mirada templada,
una mira vacía,
una mirada soñada,
una mirada calmada
sólo con esa alegría que siento
cuando me miras.

Entre nosotros no existe,
sólo existe la añoranza,
entre nosotros no existe,
sólo existe una mirada,
entre nosotros no existe,
nunca ha existido de nada,
ya tan sólo mi existencia,
nunca ha servido de nada,
sólo perdura en el tiempo
el recuerdo que inundaba
tu dulce mirada...

1996 Meiko

La urna de cristal

La noche ese gran túnel oscuro
el cuerpo se estremece bailando,
las estrellas lo adornan danzando junto a él.

La soledad aquel sueño escondido
despierta el placer en mi dormido al anochecer,
algo en mi muere,
un pasado,
un presente en mi vuelve a nacer,

Los recuerdos traslucen aquellos retos
que por fin he podido vencer,
una persona ha muerto,
una persona en mi interior
se ha desplegado de mi,
dejándome renacer
dejándome por fin vivir,

las sábanas negras se han teñido de blanco,
la noche es blanca por fin,
mi cuerpo ha vuelto a nacer,
la luna ha vuelto a sufrir,
dejándome por fin ver
lo que hay después,
lo que es realmente vivir.

El baile fúnebre de mis sueños
ha llegado a ser realidad
dejándome por fin,
bailar en libertad,
como si fuera allí pero aquí,
en la verdad, en mi verdad.

La noche ya es día,
y yo bailo hacia la eternidad,
aquel baile prohibido
que jamás me atreví a bailar,
mi cuerpo se ha estremecido
fuera de mi urna de cristal,

fuera de mi maldita urna
que nunca me ha dejado brillar
fuera de mi maldita urna
que siempre me ha hecho llorar,
alegrar y volver a despertar
a la triste y vacía realidad.

Las flores negras recorren mi cuerpo,
convirtiéndose en blancas pausadamente,
el agua escarcha comienza de nuevo a brillar,
el baile fúnebre se ha hecho realidad,
"TODO ES POR FIN MIO",
yo nunca me he poseído realmente,
sólo en mi urna de cristal yo era mia de verdad,

y por fin llegó la hora de salir de ese cristal
de seguir mi danza hacia la eternidad,
danza fúnebre que anuncia
que alguien ha muerto ya,
era yo que moría en mi mundo,
en mi urna de cristal,
y ahora soy yo que vivo en la vida,
en mi vida de verdad,
era aquella danza fúnebre
que ha podido nacer ya,
que he podido vencer ya,
ya que sólo quedan restos
de ese maldito cristal.

1995 Meiko

La vida

 
La vida, 
ese libro, esa leyenda
con siempre una moralejaaunque algunos no la encuentran y otros creen aprenderla.
La vida,
dulce incógnita ya resuelta anteriormente en el pasado,
bello silencio escondido
en profundidades de lo hallado
de lo hallado en otro sitio de lo hallado en otro lado
y lo que jamás hallamos de donde venimos
y a donde vamos.
Droga absurda que algún día dejaremos interminable para algunos y limitable para otros indiferente para el resto sin pensar
en que algún día no existiremos.
Un camino,
quizás largo, quizás corto,
y quizás inexistente,
sólo tienes tu tranvíay paradas diferentes sin un plano consistente y si saber donde has estado,
mientras nosotros pasamos el tiempo queda paradoenvejecemos y el tiempo pasa despacio,
para unos, para otros, y para el resto,
quizás ni ha pasado.

Y al querer mirar atrás
recuerdas los largos años
dándoles más importancia
de la que en realidad le has dado
y queriendo recuperarlos.
¿Qué es la vida?
droga absurda
que te engancha
que te lleva o se acaba
o quizás después de un tiempo
no te sientas enganchado
sólo piensas que es eterna
que esa droga no se acaba,
y que tú acabas con ella.

Y la inercia de los hombres y el malgasto de inteligencia
para saber,
¿ni por qué vivimos?,
¿ni por qué soñamos?.
¿ni por qué estamos
enganchados a algo que
ni siquiera nos han preguntado?
1994 Meiko