viernes, 1 de enero de 2010




Y fuiste tú, el que descansaste en mi alma,
hasta llegar al más recóndito de mis pensamientos,
el que dejastes mis sueños volar
y sembraste semillas de luz dentro de mi ser,

Y fuiste tú, el que llegaste a mi corazón,
limpiaste sus heridas con tus lágrimas,
y ya tan sólo eran suspiros en el aire,
suspiros de placer y de sentimientos,

Y fuiste tú, el que me hizo parar el tiempo,
y descansar encima de tu pecho,
para sentir tu corazón latir,
y besar el sabor de tu saliva cada día,

Y fuiste tú, el que llenó mi vida de esperanzas,
de sueños enterrados y olvidados,
de colores e intensos sabores,
de instantes de luz en medio de la oscuridad,

Y fuiste tú, el que me hizo llorar de amor,
y sentirme dentro de tu cuerpo,
y quiero estar atada a ti hasta el fin de mis días,
más no quiero despertarme sino estás a mi lado.

Y fuiste, tú, el que busqué eternamente,
y no me apetece hacer otra cosa más que amarte,
quiero amanecer y acostarme contigo,
quiero fundirme dentro de ti cada segundo.

Y fuiste tú, el que ya conocía y sentía,
el que atraviesa mi cuerpo con su placer,
el que marca los esquemas de mi vida,
el que me hace vivir de amor.

Y tan sólo fuiste tú,
y no quiero vivir si ti,
no quiero despertarme sin tus besos,
sin la delicadeza de tus caricias,
sin tus manos sobre mi cuerpo,
sin tu lengua en mi cuello,
si en calor de tus brazos,
sin sentir el latir de tu corazón,
ya me acostumbré a eso ...

Por eso eres tú el hombre al que amo ...

Meiko 2010