sábado, 12 de marzo de 2011

La sala del destino


Ayer miré a lo lejos,
y recordé la sala del destino,
un dulce abrir y cerrar de párpados,
me hizo seguir recordando,
algún tiempo en el que sentí volver a creer,

No recuerdo nada y siento tanto,
quizás pasado, o quizás todavía no pasado,
pero sentí creer en el destino,
y en el día en que todo era igual pero diferente,
y en el día en el que todo eran sueños tan reales,
que vi reflejados en aquel espejo,
tan grande y tan frío,
tan vivo y pequeño de mi alma,

Ayer jugué en la sala del destino,
divise tus ojos pero no eran los mismos,
divise tu pelo pero no era el mismo,
pero te sentí dentro,
inundando una época, borrada y quizás inexistente,
pero tal es su existencia entre nuestras almas,
me miras y te recuerdo,
un recuerdo dormido y despertado,
aunque no siempre es el momento de despertarlo.

El destino juega,
y su juego es tan largo y tan corto
que nunca llega a empezar y terminar
aunque la sala del destino,
sigue en espera de nuestras almas,
no conoces mis ojos,
no conoces mis labios,
no conoces mis besos,
pero algún día nos encontraremos,
ese día en que andes por mi camino.

Ayer en la sala del destino,
jugué una vez más al juego de encontrarte,
pero solo fueron eternos entrenamientos para sorprenderme,
y solo se que volveré a encontrarte,
y tu volverás a encontrarme fuera de esta sala,
en una vida, en nuestra vida,
¿me esperas?
Meiko 2000

0 comentarios: